En enero de 1953 seis religiosos holandeses arribaron a Talca tras siete semanas de navegación, luego de haber zarpado de Amsterdam. Venían a Chile con la misión de educar a los más necesitados, haciéndose eco de la misión encomendada por el P. Luis Rutten y el Hno. Bernardo Hoecken, quienes fundaron esta congregación en 1840 en Maastricht, Holanda, actual Países Bajos.
Han pasado 70 años de aquel lejano arribo a nuestro país, pero está muy presente el servicio de aquellos primeros hermanos FIC en Talca: Emerencio Beelen, Edo Schrikkema, Jorge van Dijk, Veranus van der Heuvel, Ricardo van Dooren y Miqueas Alleman. Estos misioneros educadores encontraron una ciudad con muchas carencias, pobreza, mucha cesantía y falta de oportunidades para la educación católica en sectores bajos. Primeramente, atendieron la Escuela Parroquial Inmaculada Concepción en Talca y después construyeron el Colegio San Pío X.
Atentos a los signos de los tiempos
El hermano Diego Izquierdo, quien es integrante de la comunidad de Talca y ha coordinado las actividades en este aniversario, indica que celebrar estos 70 años “es un agradecer a lo que sucedió con la presencia de los hermanos acá en Talca. Los testimonios nos cuentan de lo que significó para el barrio oriente, fue toda una propuesta educativa en la línea de lo que es la fundación de la congregación. Cuando uno se encuentra con personas de aquella época recuerdan con mucho cariño a los hermanos y lo que significó para ellos su promoción humana, religiosa y de futuro”.
“Creemos que fue una propuesta formativa y educativa para los niños y jóvenes, un aporte a la educación chilena, así la dimensionamos porque ahora se está hablando mucho de la inclusión, pero la práctica de esto ya viene de muy atrás con nosotros. La misma propuesta que se dio para crear el Colegio Integrado a partir del Colegio San Pío X, el de la Santa Cruz y el Seminario San Pelayo, fue una respuesta a lo que conocemos como signos de los tiempos. Las líneas de nuestras constituciones de la FIC nos dicen estar abiertos a esos signos”, enfatiza el Hno. Diego.
De igual modo dar respuesta a las necesidades que tiene el mundo educacional y la sociedad chilena ha sido el motor para crear liceos técnico-profesionales: “Así fue como cuando el liceo Luis Rutten llegó a la Carlos Trupp no había duda de que tenía que ser un establecimiento de este tipo. Siempre ha estado esa mirada de ser fieles al patrimonio de nuestros fundadores. El impacto que ha tenido en tanta gente ha sido importante”.
En la actualidad ocho hermanos siguen con su misión en Chile, insertos en la realidad educativa y social de sus comunidades, “ahí destaca todavía la presencia del hermano Gerardo van Gugt, que es el último de los holandeses. En Holanda aún quedan tres que estuvieron en Chile en algún momento”, destaca el Hno. Diego.
Celebraciones
Durante el presente año los Hermanos de la Inm. Concepción han celebrado este acontecimiento en primer término con los alumnos de los colegios que han creado: Centro Educacional Alberto Hurtado en Quinta Normal, Centro de Educación Especial Hno. Bernardo en Buin, Centro Educacional Luis Rutten y Escuela San Antonio en Talca.
Asimismo, el 10 de noviembre todos los integrantes (trabajadores y religiosos) de la red FIC tuvieron un encuentro masivo en las cercanías de Pelequén, oportunidad en que los pudo acompañar el Superior General de la congregación, Hno. Augustine Kubdaar, quien estaba en visita canónica en Chile. Las celebraciones culminan este 2 de diciembre con una eucaristía en la capilla del CE Luis Rutten, en la compañía de los religiosos y varios invitados.
También se ha elaborado un video que muestra parte de esta historia, haciendo énfasis en este vínculo con Talca y que la misión sigue en el tiempo, concluye el hermano Diego Izquierdo.
