Desde el 19 al 22 de junio, esta parroquia de Curicó Rural recibió la visita pastoral del obispo Monseñor Galo Fernández Villaseca, visita que estuvo marcada por la alegría de las comunidades en cada celebración y encuentro pastoral.
Uno de los hitos más esperados fue la inauguración y bendición de la Capilla San Luis Gonzaga del Sector Los Maquis, la cual fue el signo más importante celebrado el 21 de junio, día de la fiesta patronal de San Luis Gonzaga.
También el día domingo 22 de junio participó del Consejo Pastoral Parroquial donde conoció aún más la realidad parroquial de boca de los propios agentes pastorales, y de igual forma celebró la Eucaristía junto a la comunidad, y al padre Juan Carlos Roco, párroco de Romeral.
En su homilía nuestro pastor diocesano expresó su alegría por realizar esta visita pastoral que concluye justo en la fiesta de Corpus Christi.
“Es una fiesta particular porque después de todo el ciclo litúrgico que llega como una cumbre en Pentecostés, que se derrama el Espíritu, la Iglesia tiene dos domingos que tienen como un carácter de mostrar el misterio cristiano en una síntesis. El domingo pasado si recuerdan, la solemnidad de la Santísima Trinidad, es como el resumen del Credo, creemos en el Dios Padre, Hijo y Espíritu, y este domingo que pone en el centro la Eucaristía y el misterio de la presencia real de Cristo en medio de nosotros”.
Así mismo el obispo habló sobre la compleja situación que vive el mundo, con tantas guerras, y nuestro país con conflictos internos que parecen no tener solución.
“En un mundo que respira tantas violencias en tantas partes. Alguien me decía que las noticias internacionales prestan atención a estos grandes conflictos, pero si se saca en cuenta la cantidad de guerras, incluso más pequeñas, hay alrededor de 50 guerras desatadas. Y si nos ponemos en el ámbito más cercano, nos damos cuenta que hay conflictos serios en nuestra patria, entre sectores. El viernes celebramos los pueblos originarios, pero ahí hay una tensión no resuelta. Hay tantas otras tensiones entre sectores de la sociedad y por qué no decirlo, incluso hasta dentro de nuestras familias y en nuestros barrios”.
Por último, hizo una invitación a ser constructores de paz, ya que “la paz viene del conocimiento de Jesús”.
“Estos días que he estado aquí lo he pasado bien en el corazón, pero también en la guata. Hemos estado juntos compartiendo la vida y ha sido también una fiesta como compartiendo los bienes, hemos llenado el corazón y el estómago, y me han contado tantas cosas que se han logrado a partir de nada, a partir del entusiasmo y de las ganas de seguir el camino de Jesús. Es el camino de un Dios que se se hace cercano, que se hace presente. que alienta nuestra vida (…) Qué urgente, qué necesario es poner la mirada y el corazón en Jesús y recibirlo para poner esa paz desarmada y desarmante para engendrar la vida que florezca y que el reino de Dios que vino a predicar Jesús se haga presente en nuestra tierra".
Casi al concluir la Misa, el padre Juan Pablo Roco agradeció la presencia del obispo: “Desde el jueves nos acompañó, conoció nuestra realidad, la vida de la parroquia, en el ámbito civil, visitó algunas comunidades, tuvo encuentro con los agentes pastorales, con el alcalde y concejales, fue a los bomberos también, y pudo conocer distintas realidades de nuestra comunidades. Así que le agradecemos por estos días”.
Con mucha alegría la parroquia Nuestra Señora del Pilar de Romeral le entregó de regalo al obispo, una canasta de kiwis, y manzanas y cerezas en conserva, como gesto de gratitud.
El padre Galo finalizó la jornada agradecido y posteriormente pudo disfrutar de un almuerzo con el consejo parroquial.